Allí, donde reside la esencia de lo que soy, mi centímetro cuadrado, pequeño y frágil, el cual nunca entregaré a nadie y nunca permitiré que me lo arrebaten por que es lo único que merece la pena conservar en el mundo, donde soy yo, sin capas impuestas por convencionalismos, ni por nadie, donde reside mi integridad, mi lealtad, mi amor, mi pasión y mi motor vital, tan pequeño y tan potente que es capaz de ponerlo todo en macha cuando no hay energía, reducto donde reside lo que queda cuando ya no queda nada más, donde no se tiene miedo cuando ya lo has perdido todo y por fin eres libre para ser, sentir y vivir. Ser como deberías haber sido, sentir como deberías haber sentido y vivir como deberías haber vivido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Me ha gustado mucho cómo describes ese centímetro cuadrado, es lo más valioso que puede tener alguien...gracias por compartir.
Publicar un comentario