31.3.09

Slalom

Hora punta en la pistas, pistas negras marcadas de blanco deslizante, la mejor hora para practicar, 80 Km/h, el corazón late fuerte, enviando la adrenalina, a la que nos hemos vuelto adictos, desde las suprarrenales al resto del cuerpo, me hace ser ágil y consciente de que al mínimo fallo todo se puede acabar, pistas atestadas de gente, donde se vive al limite del roze con otros más grandes y protegidos, sobrevivo entre espejos, buscando huecos imposibles en instantes efimeros en un constante y suave balanceo, al compás del suave ronroneo del motor que me impulsa, sabedor que siempre esta dispuesto a darme más, en cuanto se lo pida, saboreando el dulce sabor de lo insensato.

1 comentario:

Meritxell dijo...

"...saboreando el dulce sabor de lo insensato."

Que buena frase. :)