Apenas son las 11 de la mañana de un martes cualquiera y mientras te observo placidamente dormida en mi cama, desde la puerta, pienso en que he hecho yo para merecer la bendición de tus besos, tus caricias y tu presencia.
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1 comentario:
Sin palabras!!!
Aun tengo la piel de gallina y no recuerdo las veces que me leido la entrada del blog...ni tan siquiera se las veces que la seguire leyendo.
...unas mañanas me dedicas entradas y otras me haces fotos...
Quiero mas mañanas como las de hoy.. :) (K)
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